Hace apenas un año, poca gente había oído hablar de ChatGPT, Bard y Llama, chatbots de inteligencia artificial(IA) que prometían hacer el mundo mucho más productivo, pero que probablemente dejarían a millones de personas sin trabajo.
Desde entonces, estos asistentes de IA han ayudado a usuarios de todo el mundo a generar contenidosque a menudo a los humanos les llevaría muchas más horas lograr por sí solos. La amenaza de despidos masivos no se ha cumplido, al menos de momento.
En el último año han surgido decenas de alternativas, algunas especializadas en codificación de aplicaciones, producción de contenidos gráficos y de video o creación musical.
El fundador de Tesla, Elon Musk, ha intentado solucionar este problema con el lanzamiento de la versión beta de su asistente de inteligencia artificial el mes pasado. Grok, como se le conoce, se presenta como un chatbot con "sentido del humor" y una "vena rebelde", aunque también ha sido acusado de parcialidad política.
A medida que el espacio de la inteligencia artificial se hace cada vez más competitivo, con miles de millones de dólares invertidos en todo el mundo, los expertos de la industria tecnológica predicen hacia dónde se dirigirá la tecnología en el futuro.
Uno de ellos, el cofundador de Google DeepMind, Mustafa Suleyman, cree que el futuro de los asistentes de IA estará en su capacidad para interactuar con los humanos de forma avanzada.
"La tercera ola será la fase interactiva", declaró Suleyman a MIT Technology Review en septiembre. "Por eso llevo mucho tiempo apostando por que la conversación sea la interfaz del futuro. En vez de pulsar botones y teclear, hablarás con tu IA".