Callejón 6to. entre Dátiles y Ave. Las Monjas.
Guayaquil - Ecuador
Hard Skills o habilidades duras: son los conocimientos adquiridos y memorizados a lo largo de nuestros años de formación; dicho de otro modo, las hard skills son las competencias y habilidades técnicas que hemos adquirido durante nuestra formación y experiencia profesional. Son las habilidades requeridas para llevar a cabo una determinada tarea o tareas.
Soft Skills o habilidades blandas: son las habilidades sociales. Las competencias interpersonales adquiridas en la vida diaria; es un término sociológico, relacionado con el cociente de inteligencia emocional, y que es el conjunto de rasgos de personalidad, habilidades sociales, comunicación, lenguaje, hábitos personales que nos permiten integrarnos en el ambiente laboral de las relaciones con los demás. Ejemplos de soft skills serían: la motivación, el trabajo en equipo, la escucha activa, el autoliderazgo o la proactividad.
En los procesos actuales de selección de personal, se le da tanta importancia o más a las soft skills que a las hard skills, esto es debido a que cada día es más importante para cualquier organización que sus empleados tengan esas habilidades blandas que les permitan adaptarse mejor a la cultura de la organización y al resto de empleados.
Podríamos decir que las soft skills son una ventaja competitiva para cualquier trabajador y para cualquier organización. En igualdad de hard skills o habilidades duras, lo que nos hará decantarnos por uno u otro candidato son las soft skills o habilidades blandas.
Los reclutadores y los responsables de recursos humanos saben que las “habilidades blandas” son las más difíciles de encontrar, pero que también las soft skills son las más importantes para sus negocios. El 92% de los empleadores cree que una buena actitud es la clave.
Los estudios realizados por el Instituto de Investigación de Stanford y la Fundación Carnegie Mellon entre 500 CEOs estableció que el 75% de éxito en el trabajo a largo plazo será el resultado de habilidades blandas y sólo el 25% de las habilidades técnicas (Sinha, 2008).
Mientras que las habilidades duras pueden ser aprendidas y perfeccionadas con el tiempo, las habilidades blandas son más difíciles de adquirir y cambiar.
¿Se pueden entrenar y aprender?
Las habilidades blandas se pueden entrenar pero para ello se requiere tener una postura reflexiva, sobre como somos y como actuamos con los demás, algo bastante complejo de poner en práctica en medio de la vorágine laboral cotidiana. En ese sentido, es preciso implementar la difícil tarea de prestar atención a cómo se interactúa con los demás en cada situación que se presenta, analizarla y ver que habilidades son las que debemos mejorar o desarrollar.